«La Madre Perfecta no existe» esa frase la ha oído toda madre en algún momento, o al menos se la ha dicho a sus amigas mamás. Vemos esas imágenes de revistas o programas de tv donde salen Madres de punta en blanco, con hijos impecables y jugando tranquilitos, con la casa perfectamente limpia y ordenada, entonces creamos expectativas irreales de la maternidad y cuando lo vivimos en carne y hueso, nos sentimos fracasadas, malas madres, que no lo estamos haciendo bien. Y ni hablar de la #GuerraEntreMadres, con críticas por la forma de criar o pensar sobre determinado tema. Muchas veces esa #GuerraEntreMadres que vivimos, nos las creamos nosotras mismas. Una situación típica: una mamá lactivista publica algo sobre la lactancia prolongada o el destete natural, entonces la mamá que destetó por decisión propia al año o a los 2, se siente atacada, juzgada, se dice a sí misma «¡esta mujer está como loca! Dar teta hasta los 4-7 años… No, yo ya cumplí. A mí que no me critique». Y probablemente quien escribió el artículo sólo pensaba en compartir los beneficios e incentivar a las que aún amamantan a que lo sigan haciendo, nunca pensó en quienes ya tomaron su decisión. Pero como somos un cóctel de hormonas con un modelo de mamá metido en la cabeza, cualquier cosa que no vaya en la misma onda de lo que practicamos, lo vemos como crítica o ataque.
No chicas, bajemos el estrés, ya suficiente tenemos con criar, sea que estés en casa todo el día con tu bebé o que tengas un trabajo afuera, ya tienes muchísimo con qué lidiar en el día a día como para estar comparándonos con el modelo que tenemos en la cabeza, con otras mamás, o sintiéndonos atacadas por los comentarios de los demás.
Disfruta tu proceso, vive la maternidad a TU MANERA, siéntete plena y segura de tus decisiones, y si ves algo que no te gusta de tu forma de actuar, analízalo, infórmate y cambia. La maternidad no es un destino, es un camino, EL camino. Tendrás muchísimas oportunidades para rectificar y cambiar, el detalle es no perder de vista lo realmente importante: disfrutar al máximo de nuestros hijos.