Terminó el mes de Noviembre y quiero compartirles parte de lo que viví y aprendí durante este mes, ¡qué mes!

Para empezar, el 30 de octubre asistí a una actividad organizada por Lima Emprende para incentivar el emprendimiento femenino. Fueron 4 presentaciones a cargo de mujeres emprendedoras quienes nos compartieron su motivación, sus aprendizajes y me hicieron entender algunos aspectos de mí que desconocía. Les cuento:

Culturalmente hablando, a las mujeres se nos prepara para no molestar, no sobresalir, ser recatadas, no salirnos del molde; y para emprender definitivamente hay que salir del molde. Nuestra sociedad es consumista, estamos acostumbrados a ver ofertas de productos por todas partes hasta hacernos creer que los necesitamos, y para poder pagarlos, desde pequeñas nos meten en la cabeza que debemos estudiar una «buena» carrera y encontrar un trabajo «estable» hasta jubilarnos -por lo menos ese fue mi caso-.

Entonces, cuando una siente que quiere hacer algo diferente, que quieres hacer algo que te gusta, te entusiasma, te apasiona, y además ganar dinero, te ven como una loca, como la soñadora ingenua que no sabe que el trabajo no se disfruta, pues sí se puede disfrutar, debemos disfrutarlo, porque si en ello invertiremos la mayor para de nuestro tiempo para ganar nuestro sustento, necesitamos disfrutarlo.

Realmente salí muy entuasiasmada de esa actividad, con ganas de continuar desarrollando ExaFlops y de hacer algo nuevo con Luisa Mamá, mi proyecto personal de maternidad que me ha mantenido entusiasmada en los últimos años.

Comencé a leer más sobre emprendimiento en Perú (mi actual país de residencia) y descubrí que Noviembre era el Mes del Emprendimiento y en la primera semana celebrarían la Semana del Emprendimiento con muchísimas actividades gratuitas. Así llegué a registrarme en We Xchange, el primer foro de Latinoamérica y el Caribe que busca conectar emprendedoras con inversores, mentores y entre nosotras mismas. Para asistir debía llenar un formulario, cumplir ciertos requisitos (ser mujer, ser emprendedora en STEM -Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática por sus siglas en inglés-, entre otros) y esperar la respuesta a la solicitud, la cual fue aceptada y recibí la confirmación un día antes.  Fueron dos días intensos de mucho que procesar. Ver a emprendedores de diversas nacionalidades, apoyando el crecimiento del ecosistema emprendedor, asesorando y aconsejando, con presentaciones de valor que pueden ayudarnos a potenciar nuestra idea o emprendimiento para llevarlo al siguiente nivel.

WeXchange2018

De allí me quedaron grabados dos puntos:

  1. Las mujeres emprendemos con sentido: Precisamente por nuestro condicionamiento cultural a no querer sobresalir, cuando emprendemos, no lo hacemos por figurar, lo hacemos porque queremos aportar algo, queremos impactar positivamente la vida de nuestras familias, nuestra comunidad o del mundo. Tenemos un propósito que nos sobrepasa y estamos seguras de que nuestra idea puede beneficiar a otros. Además, somos muy realistas con las finanzas y nos preocupamos más por nuestra huella en el planeta, por ello las empresas con diversidad de género en la junta directiva, son más rentables que las conformadas sólo por hombres y también tienen menor impacto ambiental.
  2. Cuando emprendes, rodéate de emprendedores: Puedes emprender sin conocer a ningún otro emprendedor, pero cuando en tu camino consigues personas que están o han estado en la ruta del emprendimiento, sus experiencias te sirven de faro ante muchas situaciones. Es necesario hacer comunidad, compartir vivencias, incluso ideas que pueden resultar en soluciones innovadoras a problemas cotidianos. Los comentarios desalentarores los puedes recibir de muchas fuentes, si eres la única persona de tu entorno que decide emprender, no pararás de oirlos, por eso necesitamos estar en contacto con personas en nuestra misma frecuencia, que no busquen juzgarnos ni criticarnos, sino aconsejarnos y alentarnos. Emprender requiere coraje, trabajo y valentía, no es para flojos ni para cómodos, es un camino lleno de incertidumbre y riesgo, pero sobre todo entusiasmo y pasión.

Siendo mamá, emprendedora y sin tener ayuda en casa, mi esposo y yo nos organizábamos para que al menos uno de los dos pudiera asistir a estas actividades, no era fácil pero valía el esfuerzo. Y es que cuando oyes las historias o conversas con tanta gente creativa, te sugen nuevas ideas, te llenas de entusiasmo, quieres seguir con tu emprendimiento o buscar uno nuevo, realmente te sientes motivada.

Luego, entre una actividad y otra, encontré la convocatoria de postulaciones para asistir al TEDxLimaWomen organizada por TEDxLima, no podía creer que tenía la posibilidad de asistir a un TED talk. Me postulé y unos días antes me llegó la confirmación. Recibieron miles de postulaciones y los asistentes fueron elegidos por sorteo, definitivamente era mi momento de estar allí.

El lema de esta conferencia fue «El poder está en nuestras ideas», y el resultado -al menos en mí- fue la inspiración. Oir las presentaciones de los Speakers, sus vivencias personales, sus historias de éxito y fracaso, me conmovieron e inspiraron para seguir trabajando en mis proyectos. Porque no hay nada como descubrir lo que te entusiasma e impulsa, eso que te mueve en dirección a lo que te llena y hace feliz. Y cuando eres feliz con lo que haces, lo haces bien, con el corazón, y la gente lo nota, lo valora, valora tu trabajo, tu entrega, y así, trabajando con el alma, alcanzas el éxito. Pero no lo que los demás llaman éxito, ¡no!, lo que tú misma defines como éxito, lo que tú buscas como objetivo con lo que haces, eso que te satisface más allá del ingreso económico o el reconocimiento, eso por lo cual te sientes a hacerlo cada vez mejor.

Hoy, al terminar el mes, puedo decir que me di cuenta del potencial que hay en mí, un potencial que había estado dormido por un buen tiempo, más bien en pausa, porque mi rol de mamá desplazó casi todos los demás roles de mi vida, y eso está bien, los niños pequeños necesitan a su mamá, y yo como mamá necesitaba estar entregada a la crianza de mi hijo. Ahora que él está más grande (3 años) y va al nido (guardería y preescolar), tengo algo de tiempo para encontrar mi ritmo en mi rol profesional, ese que me lleve en la dirección del éxito que he definido, ese que me permita disfrutar cada proyecto que emprenda, ¡porque tengo muchas ideas! y pienso darles espacio a cada una para desarrollarlas y darles oportunidad de florecer.

Aquí voy, con entusiasmo y alegría ¡a por todo!

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