Esta actividad es súper sencilla de hacer y se puede utilizar cualquier objeto que tengamos en casa, mejor si nuestro bebé está familiarizado con ellos. Utilicé una cartulina y un marcador, y los objetos regularmente están a su alcance, como juguetes, utensilios de cocina y útiles escolares. Siempre estoy atenta a que no se haga daño o dañe los objetos que utiliza.

En toda Actividad Montessori primero se hace la presentación al niño, el adulto le explica de qué se trata y le muestra cómo se usa o qué se hace. Luego se le da chance al niño para que lo haga. Así que puse la cartulina en la mesa de trabajo, la aseguré pegándole a los lados un poquito de súper tac o blu-tac (plastilina adhesiva), puse la caja con los objetos a un lado y le mostré cómo tomar uno y ubicarlo. Le decía el nombre del objeto y luego le preguntaba «¿dónde va?». Cuando señalaba una silueta que no correspondía, le decía que no coinciden, que no se parecen, que yo creía que allí iba otro objeto.

Luego le tocó hacerlo a él mismo, ubicó sólo un objeto la primera vez que hicimos la actividad, y lo puso al lado de la silueta, no encima. La siguiente vez identificó 2 objetos y trató de «encajar» uno de ellos encima de la silueta, intentó alinearlo varias veces hasta que coincidieran y lo empujaba hacia abajo para que entrara en la cartulina (su inocencia me enternece 💙).

Ya la tercera vez identificó 4 objetos, algunos los ponía al lado, otros encima pero sin intentar alinearlos. Y cuando ya no mostraba interés o apartaba los objetos de la mesa, entonces le enseñaba cómo guardarlos en la caja donde estaban y cómo guardar la cartulina de las siluetas, ubicando todo en el sitio donde corresponde.

A veces con lo más simple podemos crear actividades que entretienen y estimulan a la vez 🙂

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