Para esta actividad sólo necesitas 2 bowls o contenedores, 1 colador de pasta, 1 palita o cucharón, arena y objetos preferiblemente de colores, lo suficientemente grandes para que no pasen por los agujeros del colador.

Se coloca el colador dentro de uno de los contenedores y la arena con los objetos en el otro. Utilizando la pala se trasvasa la arena del contenedor al colador, se ve cómo se filtra dejando visible sólo los objetos.

Hasta ahora no lo hemos replicado en casa, el chiquito sólo lo ha hecho en la escuela y como lo disfruta un montón, decidí compartirlo.

Realmente es hasta terapéutico porque los niños se quedan concentrados viendo cómo caen los granos de arena desde la pala y luego cómo van filtrándose por el colador. Incluso pueden meter la mano debajo de la pala mientras cae la arena y sentir cómo se desliza en sus dedos, es una experiencia sensorial.

Si vives en una zona playera, será muy fácil hacerlo en casa. Puedes usar caracoles o conchas de mar, ramitas o piedritas de playa. Si además los pintas, le añades color a la actividad.

Y siempre caerá arena al suelo, ¡son niños! Que eso no te preocupe, la arena se limpia fácilmente, y les deja mucha diversión.

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