El dueño de esa manito está enfermo y pañitos de tela, como ese, han sido nuestros fieles compañeros estos días.

Agarró un virus y no se ha sentido bien, estuvo decaído y con quebranto un par de días pero ya se siente mejor. Lo malo son los mocos que no lo dejan tranquilo. A cada rato me busca para que le limpie la nariz con el pañito.

Las Madres, por lo general, sentimos que los días pasan lentos y los años rápido, pero cuando un hijo se enferma, todo se ve más lento aún.

Nos preocupamos porque queremos que se curen rápido pero mientras están malitos son más demandantes, requieren más atención y cuidados de lo normal, están más susceptibles (e irritables) y una siente que se le va el día tratando de consolarlos, calmarlos, cuidarlos y mimarlos.

A veces llora por todo y por nada, otras veces sólo quiere que lo cargue y le sirva de «medio de transporte» por toda la casa, diciéndome «allíííí» mientras señala a dónde quiere ir… ufff… ¡qué agotador! Pero bueno, como todo, pasará y ya pronto volveremos a la normalidad 🙏🏽🙏🏽

Ayer fue al nido un rato y hoy tuvimos celebración por el día de las Madres. La próxima semana está de vacaciones, así que tendrá muchos días para que lo siga consintiendo jejeje…

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