Quería aplicar crianza respetuosa pero por no tener claro cómo poner límites sin ser autoritaria, entonces era permisiva y no lo sabía.

La verdad es que soy relajada y muy paciente, confío en darle tiempo a los demás para hacer las cosas, y espero y espero… Pero con mi hijo, se me iba de las manos, y para evitar conflictos muchas veces cedía.

Esa era mi preocupación en junio de 2019 cuando hice el curso de Disciplina Positiva como mamá.

Nuestro principal problema era que el chiquito quería comer siempre con el TV encendido. Eso a mí me molestaba muchísimo, pero por no pasar un mal rato a la hora de comer, cedía. Cuando hice el curso encontré una manera de ser amable y firme a la vez, entendí que él sí podía aceptar la nueva regla pero le tomaría tiempo y yo tenía que ser paciente.
Las primeras veces hizo berrinches terribles, ¡como nunca!  Yo recordaba la analogía de la máquina expendedora de bebidas que de repente no funciona (en esa situación ¿qué haces? Pues golpearla más fuerte), así que me mantenía firme, con mucho amor. Y en menos de una semana, ¡ya comía sin TV! No se imaginan nuestra alegría de ver que sí funcionaba, que estábamos yendo por buen camino, sin irrespetarle.

Así, poco a poco, fuimos haciendo cambios en eso que no nos gustaba tanto. Aún hay cosas que mejorar, aún hace berrinches cuando se molesta por algo, pero son mucho menos que antes y nosotros le acompañamos con más paciencia y consciencia.

¿Tú también caes en la permisividad? ¿O te vas por la firmeza?

Ha sido un largo camino, pero recorrerlo me ha ayudado no sólo a ser una mejor mamá, sino también una mejor persona.

Si quieres empezar el cambio, consulta la sección Disciplina Positiva de mi página (www.luisamama.com/dp) y descubre el contenido que tengo publicado para ti.