¿Acostumbras a celebrar los logros de tus hijos con un «muy bien»? En el tercer episodio del podcast hablo sobre las consecuencias del uso frecuente de los elogios.

Los niños, sedientos de aprobación, rápidamente se vuelven adictos a los halagos y poco a poco pierden interés en hacer las cosas sólo por placer, sino que las hacen para obtener algún tipo de reconocimiento de nuestra parte.

La idea es hacernos conscientes de ésto y empezar a cambiar los elogios por frases de aliento. En el episodio doy algunos ejemplos de casos cotidianos y ofrezco estrategias que puedes poner en práctica desde ya.

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