Después de un tiempo, finalmente he decidido ¡cambiarle el look al blog! Estreno nuevo diseño y nuevo logo, uno que se ajusta más a mi realidad actual: mamá de un niño de 3 años. Un niño que ya no es bebé, que con su inigualable personalidad me ha hecho mirar el mundo de otra manera.

La maternidad ha sido un viaje de descubrimiento interno para mí, me ha llevado a caminos que no imaginaba, ha despertado una sensibilidad que sabía que tenía, pero estaba adormecida. Hoy día me considero más abierta, más humana, más empática de lo que jamás había sido. Saber que las decisiones de crianza que tomas afectan el futuro de tus hijos, te hace reevaluar muchos aspectos de ti, de tu vida en general, porque a los niños se les cría desde el ejemplo. Por algo dicen que los hijos no siempre oyen lo que dices, pero siempre miran lo que haces. No debemos predicar lo que no practicamos.

Además, pareciera que con la maternidad viene un saco inagotable de culpa, siempre nos sentimos culpables por algo, ¡por lo que sea!, siempre queremos dar más y muchas veces nos desbordamos.  Al compartir con otras mamás mis vivencias, espero que saquen provecho de ellas y puedan hacer su maternidad más ligera, que la disfruten tal y como es, con sus altos y bajos, siempre dispuestas a aprender y desaprender, a aceptarnos como somos, destacando nuestras fortalezas, sin darle demasiado peso a nuestras debilidades. Cada una a su manera, hace lo mejor que puede. En la maternidad el aprendizaje es continuo, nunca para.

Cuando tengas un mal día, lávate la cara y mándalo a volar. Mañana tendrás una nueva oportunidad para hacerlo mejor.

¡Feliz día!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.